“Desde los años ochenta, han habido apasionados del anime y manga en
Paraguay, pero la llegada de internet y la irrupción de series como
Dragón Ball Z, Caballeros del Zodiaco, especialmente; marcaron un poco
lo que hoy es el mundo Otaku (estilo de vida a partir de la influencia
de las historietas) en el país”, cuenta Raúl Pontiggia (30 años),
impulsor del primer sitio de “animeros” www.pyanime.com creado en 2005.
“Antes
los fanáticos nos reuníamos a mirar la TV; y ahora se tiene la
posibilidad incluso de bajar y subir series a través de la red, sin
censuras”, señala al añadir que actualmente existen decenas de foros
virtuales que se extienden progresivamente. Entre otros, integran el
listado los miembros de almaotaku.com; delosperros.com,
robotechparaguay.com y el subforo Naruto Py en la comunidad Orkut.
Desde
hace unos años se realizan encuentros de cosplay (personas disfrazadas
de sus personajes favoritos) y karaoke como el Festival Mack en el
Centro Paraguayo Japonés. Hoy, finaliza la primera exposición
Japanimation, en el predio de la ex fábrica de Martel. Este evento
busca unir las manifestaciones del otaku con temáticas referentes a la
cultura japonesa.
No solo para niños
“Un anime tiene una
perspectiva totalmente distinta de otros dibujitos”, explica Pontiggia
y recalca que el anime no es netamente para niños. “Existen series que
son exclusivas para adultos y jóvenes. El dibujo animado puede ser
mucho más violento que una película de acción, además se puede tener
tramas más profundas, así como lo plantea la animación”, sostiene.
Para
el japonés, según el entrevistado, el anime es una forma de demostrar
su cultura en distintos aspectos sin necesidad de ser serios o
parciales. “Esto se refleja en Samurai X, basado en una historia real,
que de los libros pasó al manga”, relata.
Tanto Raúl como Nico
Caporaso (27) -un coleccionista de anime y manga- tienen formados sus
respectivas familias con hijos propios. Este último, dispone de
colecciones completas, en historietas y videos VHS. “A mí me gustan los
géneros para adultos como Shônen, donde hay desde escenas de extrema
violencia hasta desnudos, es como ver una película”, indica al resaltar
que a esto obedece las censuras de las series que llegan por
televisión. En Japón lo ven, pero tienen diferentes horarios para cada
serie”, aclara. A parte de que algunas historias son de ciencia
ficción, “muchas transmiten valores como es el respeto, la lealtad con
los compañeros; y se encuentran aspectos que reflejan mucho la historia
japonesa”, dice.
Un estilo de vida
Pontiggia subraya que
el “otaku” es un estilo de vida implícito en el anime y manga que se
está propagando en nuestro país. “Al principio se aprecia el anime como
cualquier otro dibujito, una afición. En la segunda fase, uno se va
planteando qué estilos le gusta más y con cuáles se va identificando. Y
la tercera etapa, sería un otaku formado que busca algo y no se cansa
de ver e investigar los manga y anime”, afirma. Una de las
manifestaciones de este estilo de vida es el cosplay, aunque “no
solamente se puede vivenciar con el disfraz completo, si no también
portando una insignia representando ciertos anime como Dragón Ball,
Naruto, Saint Seiya”. “El hecho de ser otaku influye y mejora la forma
de ser de cada uno. A mí me fascina la cultura japonesa como doctrina
de vida: el hecho de levantarme temprano, ponerme metas, de las que
pueda alcanzar y las que no”, relata al tiempo que opina que “el
paraguayo tiene fascinación por las culturas nuevas”.
En
conversación con La Nación, Jafet Baltodano, administrador de
www.imperioanime.com con sede en Costa Rica, coincide con lo narrado
anteriormente y va un poco más allá. “Quien se descubre otaku, sabe que
siempre lo será, pues no es algo de lo que uno se llegue a aburrir, por
el contrario, nuestras aficiones son entretenidas. Para mi ser otaku
representa ser libre y disfrutar de lo que realmente me gusta y es un
estilo sano, libre de muchos vicios como los que se enfrentan otros
grupos sociales”.
Oleada y cultura JPOP
A mediados de los
años 70, las series de animación niponas comenzaron a invadir la
televisión de Occidente. Esto dio paso a que la animación asiática
–donde la tecnología y la robótica tienen un papel importante–
fascinara a los más jóvenes. En países como Estados Unidos, España,
Italia y México, el anime ha fomentado la creación de grupos de
coleccionistas que recopilan figuras y revistas de historietas
provenientes del país asiático. El deseo por compartir el gusto por
estos productos ha llevado a la realización de convenciones y eventos
nacionales e internacionales. En la región tanto Perú, Argentina y
Brasil conocieron un rápido desarrollo de comunidades otaku. Tanto la
música, como la moda y otros aspectos sociales del Japón se
convirtieron en “cultura pop” y se importa a occidente con el nombre
“JPOP”.
Fansub locales bajan y suben series a internet
Integrantes del blog DeLosPerros.com eluden las censuras y subtitulan lo último de Japón.
La
mayoría de las animaciones originales orientales no llegan al
continente. Algunas series llegan por medio de Cartoon Network, “pero
con doblajes horribles y normalmente censuradas. Entonces, lo que la
mayoría hace para ver anime es descargar las series que a uno le gusta
vía internet para evitar intermediarios”, señala Luis Menchaca,
integrante de la comunidad virtual DeLos Perros.com. Él se suma a lo
que se llama “fansub”, actividad de los fanáticos de las animaciones
que se dedican a subtitular en forma directa las series.
“Nuestro
trabajo consiste en conseguir una versión en japonés limpia, sin
propagandas ni nada. Traducimos los diálogos, los sincronizamos con
subtítulos, ponemos estilos a los protagonistas”, afirma. Menchaca se
hace llamar “Battousai” e integra dicha comunidad virtual desde que fue
habilitada a finales del año pasado. Junto a sus otros tres compañeros
David Urquhart (Sasuke), Antonio Fuertes (Anfuar), Carlos Lu (Hitokiri)
crean igualmente “karaokes” para los temas musicales, pues normalmente
hay canciones al inicio y al final de cada capítulo. “Ponemos carteles
de referencia cuando en el anime se hace alusión a algo que necesite
una nota para que se entienda. Luego se edita el capítulo
completamente, se unen todas las partes, se hace un chequeo de calidad
y después lo subimos a Internet y publicamos la noticia de un nuevo
lanzamiento de nuestro fansub en nuestro blog”, acota al explicar que
el nombre del fansub es “DLPnF”, el cual vendría a ser la abreviación
de “DeLosPerros no Fansub” que significaría “El fansub de los perros”.
El “no” en japonés implica posesión”, explica.
SIN FINES DE LUCRO
Menchaca
asegura que todo el esfuerzo que realizan es sin fines de lucro, por lo
que la actividad se ubica como un aporte para sus pares fanáticos del
anime y manga. “Somos el primer y único fansub paraguayo (todos los
miembros residen en el país). Estamos fansubeando la serie de anime
japonés llamada “Hakaba Kitaro” (Kitaro del cementerio), que consta de
11 capítulos de los cuales ya tenemos terminados y lanzados a Internet
diez de ellos”, comenta al referir que uno los puede bajar en el sirio
www.delosperros.com/blog.
“Cualquier persona que quiera bajar
los capítulos que nosotros subtitulamos pueden encontrar los links de
descarga en nuestro blog. Ahí siempre van a estar las novedades del
fansub y los próximos proyectos que tenemos para subtitular”, indica.
La web de la que se pueden bajar las series para subtitular es
www.mcanime.net. Por su puesto, previamente, hay que aprender el idioma
japonés.
El castillo de Greyskull
“Desde los catorce años
buscaba anime y no podía creer que en todo el país no había un muñeco
original, ni siquiera uno trucho. Me tenía que ir a la Argentina para
conseguir algunos en la famosa juguetería Camelot”, relata Carlos
Costas, propietario del bazar Greyskull, situado en el Shopping Villa
Morra de Asunción.
“Cuando terminé el colegio dije que iba a
poner un negocio para vender juguetes”, evoca y hoy, Carlos con 23 años
de edad, muestra ensimismado los cientos de chiches y muñecos que tiene
disponible para la venta. Señala que mayormente encarga los muñecos en
forma directa al Japón, vía internet. Se ufana al remarcar que “en otro
lado estos juguetes no se consigue”, mientras arma entusiasmado el
muñeco Saint Seiya (Caballero del Zodiaco) con armadura celestial.
“Este
muñeco no hace 15 días que se lanzó en el mercado japonés y esta tarde
(por el jueves) me llegó ya, antes que a cualquier otro lugar; incluso
te puedo asegurar que ni siquiera en Buenos Aires hay porque estuve
hace unas semanas ahí”, cuenta. El Saint Seiya Celestial cuesta 220
dólares y afirma que en breve vendrán los demás personajes de la
afamada serie con la misma armadura. Los demás juguetes del local
rondan los 70 dólares.
Carlos tiene una completa colección de
diferentes anime, entre ellos, todos los personajes de Dragón Ball Z,
Caballeros del Zodiaco de bronce y de oro, Naruto, Bleach, etc.
Asunción, animada con una vivencia adolescente
“Como
fanáticos del manga no solamente nos contentamos con ver nomás, si no
también queremos hacer”, refiere el dibujante Humberto Marino (30). “Es
como el fanático del cine que quiere hacer su propia película”,
compara. De momento un grupo, integrado por cinco personas, está
elaborando un corto que tendría la duración de unos 3 a 4 minutos. El
proyecto todavía no tiene nombre, pero el guión y las escenas que van a
utilizar en varios de los pasajes, ya están terminados. “La temática en
sí de la primera historia es la soledad, la apatía y sobre todo el
tedio de lo rutinario”, resume Humberto al explicar que todos los
personajes son propios y de edad adolescente.
El corto gira en
torno a la historia de una chica que no se encuentra a sí misma y
tampoco encuentra su lugar en el mundo que le rodea. “Vive de forma
apática y la rutina la va consumiendo. Es una chica de colegio. Hasta
que aparece un chico que le saca de la rutina a través de ciertos
planteamientos”, completa.
Rescate de la ciudad
Un
detalle que realmente quieren dejar plasmado en la animación –adelanta-
es el paisaje de la ciudad de Asunción. “Vamos a rescatar lo bello de
Asunción, más que en la animación ponemos énfasis en el fondo, para que
sea algo cálido”, refiere al comentar que los tajy, la Plaza de la
Democracia y otros lugares emblemáticos van a estar representados.
“Con
este trabajo queremos lograr la identificación del ambiente en el cual
uno se desenvuelve para que la gente se reconozca a través de la
ciudad”, reflexiona.
Primer anime
Este corto vendría a
colocarse como la primera animación inspirada en los trazos estilizados
de anime y manga, que se realiza en Paraguay. “En principio esto es
como una herramienta de práctica, es un proceso experimental todavía,
pero queremos demostrar lo que somos capaces de hacer”, explica por su
parte Alejandro Espinosa (20), hijo del conocido caricaturista de La
Nación “Nico”. Tienen previsto realizar la presentación de este corto a
mediados de febrero del 2009, durante el Festival Mack III, organizado
por la comunidad Alma Otaku. “Vemos que en la animación realmente hay
un gran mercado laboral que no está siendo explotado a nivel local”,
concluyen.